Intenté hacer que no existieras para mi y que el tiempo
ayudara a curar las heridas y el amor, según nosotros roto.
Rotos, demacrados y hundidos fueron mis días después de
perderte, de perderte o de dejarte ir, de perderte o de decidir que mi espera
no se podía alargar más.
Y aún así, a pesar de todo volvería a ti, a nuestros
ratos de cama, nuestras confesiones secretas o nuestros juegos íntimos.
Porque a pesar de todo si tu me dices venga yo digo vale.
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